3 VENTAJAS DE SER UN NÓMADA DIGITAL

Internet y todos sus beneficios en cuanto a la comunicación han dado lugar a toda una nueva generación de teletrabajadores y «nómadas» digitales (trabajadores independientes o emprendedores que trabajan en línea) que han redefinido el trabajo: se acabaron los tiempos en los que había que estar presente físicamente en una oficina de 8 a 5, cinco días a la semana. Hoy en día, si la carrera lo permite, los trabajadores no tienen necesariamente que aparecer por la oficina, ni estar en la misma ciudad o el mismo país. Según estudios recientes, uno de cada cinco trabajadores teletrabajan y más de un tercio de los estadounidenses trabajan de forma remota. Estas opciones de trabajo suponen enormes beneficios económicos y para la salud a nivel nacional; menos tráfico, menos estrés y menos de días de baja por enfermedad, entre otras cosas. Pero eso es solo el principio, no depender de una ubicación tiene muchas ventajas a nivel personal que van mucho más allá de poder trabajar en pijama y no tener que preocuparse de que alguien intente robar tu (cuidadosamente etiquetado) almuerzo de la nevera. Estos son los cinco beneficios que hemos seleccionado de no tener que trabajar en un lugar concreto.

MOTIVACIÓN Y SENTIDO DE PROPIEDAD

Mientras tu jefe da zancadas por la oficina y tus ojos miran continuamente el reloj, cuyas agujas parece que se mueven a cámara lenta, es fácil preguntarse si esto es todo lo que hay en la vida. Los teletrabajadores no suelen tener esas preocupaciones. Para ellos, la oficina puede ser la mesa de la cocina, un despacho en casa, el patio o incluso su propia cama. ¿Y sus jefes? Por supuesto que esperan que finalicen las tareas, pero no andan merodeando mientras trabajan. Por otro lado, los ingresos de un nómada digital están dictados por su propia productividad y su conocimiento del mercado, lo que puede ser estresante, pero supone una enorme motivación para trabajar duro y ser creativo. Para los trabajadores autónomos, ser su propio jefe, aunque no siempre es fácil, compensa con creces la inversión inicial en tiempo.

INMERSIÓN EN DIFERENTES CULTURAS

Como la ubicación física de un teletrabajador o nómada digital no es importante, no hay ninguna razón por la que tengas que trabajar desde tu casa, ¡ni desde tu país! Imagínate trabajando en el otro extremo del mundo, en una playa o cualquier otro sitio digno de postal, muy lejos de tu «vida normal». Ser un expatriado te da acceso instantáneo a toda una nueva cultura y te permite sumergirte mucho más que los viajeros que están de paso. Ya sea alquilando un apartamento, conociendo a los dueños de las tiendas de barrio o en una cafetería con buena conexión wifi, los expatriados interactúan con los lugareños y forjan amistades y relaciones que pueden durar toda la vida. Además, la cultura de los espacios de trabajo colaborativos y compartidos tiene una presencia importante en la mayor parte de las ciudades –como en Londres, Madrid, Nueva York, Seattle y Sídney– y esa es otra forma de acceder a la cultura de tu país adoptivo. Para los trabajadores expatriados o remotos, alquilar temporalmente un espacio de oficina implica conocer a otras personas como ellos, a veces de todo el mundo. No está mal para un día de trabajo, ¿eh?

POSIBILIDAD DE APRENDER VARIOS IDIOMAS

Gracias a la ubicación independiente y a la inmersión en nuevas culturas, los teletrabajadores y trabajadores independientes tienen también la posibilidad de aprender nuevos idiomas. Después de todo, cuando llegan las cinco de la tarde comienza la vida fuera del trabajo, y los trabajadores que están en el extranjero lo harán principalmente en un idioma extranjero. Interactuar con los lugareños es una forma excelente de practicar el idioma, que se puede complementar con clases de idiomas para obtener el máximo provecho de trabajar en otro país. Asistir a otras clases en un idioma extranjero –como danza, fotografía, cocina o desarrollo profesional en tu propio campo– ayuda también a consolidar el nuevo vocabulario y hacer que el aprendizaje sea divertido.