50 Cosas a realizar en tu próximo viaje
Lo has planeado, reservado y has hecho las maletas, y tu próximo viaje al extranjero se acerca. Pero, con tanto que ver y hacer, ¿cómo puedes aprovechar al máximo tu tiempo en el extranjero? Para ayudarte a solucionar este eterno dilema, hemos hecho una lista con 50 cosas que tienes que hacer para garantizar que tus próximos viajes escolares sean tu mejor viaje.
Así que, sin seguir ningún orden específico…
Deshazte del mapa. Piérdete. (Así es como hay que hacerlo).
Sé un turista. Admira los lugares emblemáticos. (Tienes que tacharlos de tu lista).
Sal de las rutas turísticas. Encuentra tu propio camino.
Evita el transporte público. Camina para encontrar las joyas ocultas.
Recarga energía de la forma correcta. Disfruta la comida callejera con los lugareños. (Harás nuevos amigos durante el proceso).
Sé la primera persona en levantarse. Ver una ciudad despertándose es mágico.
Sé la última persona en acostarse. Presencia la ciudad yéndose a dormir. Igualmente mágico.
Baila toda la noche. (El día no termina cuando oscurece, ¿verdad?)
Siente el ritmo de tu lugar de destino. Dedica tiempo a no hacer nada más que mirar a la gente.
Deleita tu paladar. Come comida tradicional para conocer la auténtica cultura (culinaria) del lugar.
Convierte en amigos a los extraños. Descubrid juntos la ciudad.
Mantente en contacto. Consigue su número. (En serio, ¡no vuelvas a cometer ese error!).
Apuesta por los selfies. Los viajes son ideales para los palos para selfies y los brazos largos.
Muéstrate (al menos un poco). Entra en las redes sociales y no te olvides de pedir consejos de viaje en las redes sociales también.
Fotografía cada momento. Las fotografías duran toda la vida.
Ríete de ello. Las cosas no siempre salen según lo planificado, así que tómatelo con calma.
Cambia de planes y aprende a ir con la corriente. Viajar consiste en eso.
Vive el momento. De esta manera, guardarás en tu memoria más cosas espontáneas.
Deja tu teléfono en el bolsillo. Verás más cosas. Garantizado.
Di sí. Prueba a hacer cosas que nunca intentarías en casa.
Sorpréndete. Haz al menos una cosa nueva cada día.
Intenta ponerte a prueba. Regresarás con más sabiduría.
Acepta lo desconocido. Puede que te encuentres a ti mismo durante el proceso.
Sal de tu zona de confort. Comprueba qué es lo que realmente eres capaz de hacer.
Cambia la manera en que ves el mundo y a su gente. Aprende a apreciar lo diferentes y lo parecidos que somos todos.
Sonríe. Transforma la incomodidad en comprensión. Una sonrisa se comprende en todo el mundo.
Acepta lo raro. Las diferencias culturales son reveladoras (¡y divertidas!).
Usa el sentido común. No hagas el tonto y no te metas en problemas.
Habla como un local (y con los locales) aprendiendo su idioma.
Aprende acerca de otras culturas. Tus compañeros de viaje son un recurso inestimable.
Habla. Todo el mundo puede enseñarte algo.
Lee un periódico local. Ten información de primera mano de lo que está pasando en el lugar que estás visitando.
Comprende el estilo de vida local. Vete a festivales si puedes.
Evita pasos en falso culturales. Aprende las costumbres regionales (puedes ver nuestros consejos aquí).
Presencia la historia. Tómate tiempo para visitar y apreciar los monumentos históricos de tu lugar de destino.
Comprende el pasado de la ciudad. Los museos son un buen punto de partida.
Experimenta su presente. Relájate en cafeterías modernas.
Admira las obras maestras. Visita galerías de arte.
Haz que tu conexión con la ciudad sea más intensa. Haz una visita guiada. (Y no, no son solo para los turistas despistados).
Anima al equipo deportivo local. Dejarás encantados a los locales, prometido.
Acepta la diversidad. Explora todos los barrios, no solo los que recomiende Lonely Planet.
Cambia tu perspectiva. Conecta de verdad con la cultura local y mira el mundo con ojos nuevos.
Compra un souvenir. Guárdalo como un tesoro, no importa lo poca cosa que sea.
Prémiate. Compra ese pastel que te llamó la atención. (Después de tantos museos, te lo mereces).
Evita a los turistas. Conecta con los locales.
Y localiza las trampas para turistas. Sé un viajero inteligente y evítalas en la medida de lo posible.
Desplázate como un experto. Llega a conocer de verdad tu nuevo destino, con o sin mapa.
Haz preguntas (¿Cómo hiciste eso?). Una vez más, los locales sabrán valorar tu curiosidad.
Alquila una bici. No hay nada como la libertad de recorrer una nueva ciudad sobre dos ruedas.
Haz todo lo que quieras. Márchate sin arrepentirte de nada.