11 Consejos para bordar una entrevista de trabajo
Tu currículum ha impresionado en tu futura empresa, tienes una entrevista y tienes que bordarla para conseguir el trabajo. Las entrevistas pueden ser bastante intimidantes pero, al final, el éxito depende de estar bien preparado, ser agradable y sentirse confiado.
Estos son los mejores 11 consejos que te ayudarán con eso.
1. Más conocimiento = Más seguridad
Has iniciado el proceso de investigación con una solicitud personalizada, ahora es el momento de subir la apuesta: averigua la misión, hitos y logros de la empresa. Los canales de redes sociales son mucho más que una lectura obligada para conocer los perfiles de la industria, la competencia y la persona con la que te vas a entrevistar. Cuanto más sepas, con más autoridad y seguridad te sentirás.
2. Vístete apropiadamente
La ropa para la entrevista debe parecer profesional, ser cómoda y hacer que te sientas con confianza. Averigua cómo es la cultura de la empresa y cómo se viste la gente antes de decidir lo que vas a llevar puesto (piensa en un traje si es un banco, en algo profesional informal si es una agencia de publicidad, etc.). Y recuerda que si nunca llevas traje y quieres llevar uno a la entrevista, practica antes llevando uno (de lo contrario, podrías acabar pareciendo y sintiéndote incómodo). No olvides hacer que tus zapatos estén relucientes y asegúrate de que no te hacen ampollas antes de salir por la puerta.
3. Domina las preguntas iniciales
Puedes apostar dinero a que tendrás que contarle al entrevistador cosas sobre ti, por qué deberían contratarte y cuáles son tus metas profesionales. Practica las respuestas, pero que no suenen como un disco rayado. No te limites a memorizar tu currículum y simplemente leerlo cuando te pidan que hables de ti. Es útil usarlo como punto de referencia, ya que es probable que el entrevistador lo tenga delante, y mencionar hechos o puntos clave cuando sea apropiado, solo tienes que asegurarte de que tus respuestas añaden algo interesante a lo que tu currículum ya cuenta.
4. Prepárate para las preguntas díficiles
¿Por qué no me habla sobre sus debilidades? Así es como puedes sumar puntos con preguntas complicadas como esta: escoge una debilidad y conviértela elegantemente en una fortaleza relacionada con el trabajo. «Soy un poco impaciente, pero es simplemente porque a mí me gusta terminar los proyectos a tiempo y no interrumpir el flujo de trabajo de todo el equipo». La clave es ser honesto y no responder nunca: «No tengo debilidades».
5. Prepárate para algunas preguntas de ingenio
Si fueras un utensilio de cocina, ¿cuál serías y por qué? Estas preguntas no surgen siempre, pero si lo hacen, trata de estar relajado y confiado cuando respondas. Son para probar tu capacidad de pensamiento crítico y cómo reaccionas sobre la marcha. Asegúrate de resaltar tu personalidad con tu respuesta y haz que tus respuestas sean tan interesantes y divertidas como sea posible (sin que sean inadecuadas, por supuesto). Y ¿qué utensilio de cocina entonces? Considera una respuesta como esta: «Soy un abrelatas». Aunque no es el primer utensilio de cocina que nos viene a la cabeza, puede ser crucial para cada plato de la comida.
6. Pide un tiempo de espera cuando sea adecuado
Si no sabes la respuesta a una pregunta o te sientes un poco presa del pánico, respira profundamente y pregunta calmadamente y con confianza si puedes retomar esa pregunta más adelante. Evita parecer incoherente y no dejes que se muestre tu miedo. Es mucho mejor que refuerces tu confianza con otras preguntas (más fáciles) y, después, retomes la difícil. (Quién sabe, de todas maneras, ¡el entrevistador podría olvidarse al final de hacerte esa pregunta!). Advertencia: no confíes demasiado en esto y sáltate las preguntas solamente si es absolutamente necesario; pedir pasar de demasiadas preguntas puede hacer que parezca que no estás preparado.
7. Sé honesto
Los huecos o desviaciones en tu currículum no son motivo para ponerte nervioso. Después de todo, tienes una entrevista, así que claramente les gustó tu perfil y quieren conocerte mejor. Sé honesto y explica qué es lo que has aprendido durante ese tiempo ausente (cualquiera que sea la razón) y la forma en que te beneficiará para el puesto que estás solicitando; incluso un período de desempleo se puede convertir en una ventaja si se utiliza ese tiempo para desarrollarse de alguna manera y se busca trabajo de una forma activa.
8. Evita esto
No te retrases, seas grosero ni hables mal de tus antiguos jefes o compañeros de trabajo. Mentir, contar demasiado, hacer bromas inapropiadas o dominar la conversación son también buenas maneras de causar una mala impresión. Comer un bocadillo con cebolla o un bollo con semillas antes de la entrevista también podría tener el mismo efecto. Si llegas a tiempo, tienes un aspecto impecable y das la impresión de ser agradable y sociable, tendrás garantizado un buen comienzo.
9. Siempre (siempre) ten una pregunta preparada
Las preguntas son fáciles de preparar así que no dejes pasar la oportunidad de mostrar tus aptitudes de pensamiento crítico con joyas como «¿Qué está en contra de mi contratación?». Si hay alguna duda o vacilación, esta es tu oportunidad para aclarar algo sobre el trabajo que se ofrece y proporcionar más información acerca de ti.
10. En realidad, haz que sea una pregunta ingeniosa
Introduce la pregunta con un poco de información personal y mata dos pájaros de un tiro elegantemente: «Enseño programación a niños en un campamento de verano. ¿Me permitiría mi puesto participar en proyectos que hagan algo por la comunidad?».
11. Haz un seguimiento profesional
Por último, pero no menos importante, haz siempre un seguimiento con un correo electrónico o incluso una tarjeta manuscrita agradeciendo la oportunidad al entrevistador. Es una buena oportunidad para mencionar rápidamente, una vez más, por qué serías adecuado para el puesto y lo mucho que te gustó conocerlos a todos. Que sea breve, agradable y amable, y recuerda enviarlo dentro de las veinticuatro horas siguientes a la entrevista.
¡Buena suerte! ¡Tenemos los dedos cruzados por ti!