Lecciones del 2021: 5 cosas que aprendí en mis viajes

Esta es la época del año para revisar las publicaciones de Facebook y de Instagram: Y mi conclusión es que 2021 fue un año de lecciones. Tras un 2020 sin poder hacer mucho, 2021 ha sido un año de seguir descubriendo el mundo, y aquí estamos para compartir contigo algunos de nuestros recuerdos favoritos.

Lección 1: Equipaje

Tom: El 2015 me hizo aceptar la dura realidad de que ninguna de mis formas de hacer el equipaje eran adecuadas; tenía que escoger entre mi maleta gigante en tonos crema y dorados al estilo Kardashian (una compra hecha de urgencia en los EE.UU.) o mi elegante y pequeño equipaje de mano. Fue una verdadera lucha.

Martinique: Enrolla tus vaqueros lo más que puedas para que quepa más en tu maleta. Las mochilas son una bendición, no estropearás tu maleta con los empedrados ni pasarás dificultades en las escaleras.

Florence: Saca la bolsa transparente de líquidos *antes* de llegar al control de seguridad, no todo el mundo querrá ver salir volando tu ropa interior de rayas mientras rebuscas tempestuosamente en la maleta.

Isabelle: Tengo fama de llevar demasiado equipaje, pero tuve la valentía de hacer un viaje de una semana (¡durante el cual iba a ir además de compras!) con solo una maleta. Así sabe la victoria.

Simon: 2021 es el año en el que aprendí a hacer la maleta como un experto, menos cuando me olvidé de la combinación en Colonia, pero vamos a dejar eso aparte.

Lección 2: Transporte

T: Cuando vayas en metro en Asia, NO hagas la cola donde te apetezca. Hay puntos designados para hacer cola que deben respetarse. Si no haces esto recibirás miradas de reprobación de los demás pasajeros.

M: Los camellos son más amistosos cuando les llamas algo exótico, como Larry. Lo mejor para aprovechar al máximo los viajes cortos son los trayectos en autobús, como en Malta. Comprueba la salida de tu vuelo y el número de vuelo para que no tengas que atravesar el aeropuerto a toda velocidad para llegar a la puerta antes de que cierre.

F: No todos los autobuses del mundo funcionan con la exactitud suiza, a veces tienes que gritar a viva voz «¡Pare!» para bajarte de un pequeño autobús que va a toda velocidad, porque no hay ningún botón para parar ni parada determinada.

I: Si pareces muy cansado y llegas pronto al mostrador de facturación, las posibilidades de conseguir más espacio para las piernas aumentan notablemente.

S: Tienes que ir a conocer las estaciones de metro de Estocolmo que están en un sistema de cuevas naturales.

Lección 3: Comida

T: Los restaurantes hipster de Hong Kong se llenan enseguida, así que no puedes aparecer sin previo aviso. El truco es seguir allí de todos modos y hacer amistad con los camareros, para que te den un sitio cuando quede una mesa libre. De nada.

M: Prueba la comida callejera el último día del viaje, sobre todo si tienes el estómago delicado. De esa manera, puedes probar lo auténtico del país sin arruinar todo tu viaje.

F: El postre es el postre; está buenísimo en todas las partes del mundo.

I: 2015 fue el año en el que descubrí Shake Shack, que me hizo darme cuenta de que eso de «comer demasiadas hamburguesas» es un mito.

S: Aprendí a seguir el consejo de Isabelle sobre las hamburguesas. Lo que ella no sepa sobre las hamburguesas no vale la pena saberlo.

Lección 4: Idioma

T: En árabe, yalla significa un montón de cosas; desde «¡Date prisa!» a «totalmente». Sin embargo, cuando eres un británico quemado por el sol pidiendo en Pizza Hut en mitad del centro comercial de Dubai, decir yalla a los camareros queda raro.

M: Grazzi en maltés o shukran en árabe, significa «Gracias». Aprende a decir gracias en el idioma local. Todo el mundo lo apreciará, aunque sea la única palabra que digas, y así no parecerás un auténtico inculto.

F: Cuando no entiendas algo en un idioma extranjero, muestra una sonrisa y ríe un poco. Funciona el 99 % de las veces. Y para el 1 % restante, entra en pánico y huye.

I: Lo que dice Florence: reconoce que te has perdido en la traducción y sonríe, observa el lenguaje corporal de la otra persona y repite lo que estén diciendo.

S: Yo he sonreído mucho este año.

Lección 5: Instagram

T: Déjame decirte esto; correr por la arena caliente para hacer una foto de Miami Beach al mediodía no merece la pena. (¡Es broma, merece la pena totalmente!).

M: ¿Merece la pena molestar a tus amigos cuando lleváis horas sin comer, llega por fin la comida y les haces esperar un minuto más para hacer una foto de la comida en el ángulo correcto? ¡Sí! ¡Siempre! Porque esas salchichas del Jemaa el-Fnaa te cambian la vida.

F: Por mucho que pienses que subir todo el tiempo fotos a Instagram de pasteles decorados artísticamente y de ensaladas meticulosamente preparadas no es demasiado, tus seguidores SE ABURRIRÁN y puede que en algún momento prefieran ver tu cara.

I: Si vas al Desert Botanical Garden en Phoenix, Arizona, y fotografías todo lo botánico que hay allí, utiliza la aplicación de diseño para compartir tu obsesión por los cactus con el mundo. #compartiresquerer

S: Yo sigo a una cantidad exagerada de animales en Instagram. ¿Alguien sigue a Daily Dougie?

…Y por último nuestros propósitos para 2022….

T: El próximo año, me propongo dominar por fin el arte de hacer el equipaje apropiadamente. Además, no arriesgaré mi vida por hacer una foto impresionante para Instagram. Puede que no cumpla todos mis propósitos (por ejemplo, el de Instagram).

M: Como cada año, intentaré visitar un nuevo país o, al menos, una nueva ciudad. La vida empieza fuera de tu zona de confort, y con una colección de Instagram que tumbe a la cuenta de Tom.

F: He decidido desviarme de las lenguas romances y enfrentarme por fin a mis miedos; este año, voy a aprender el alemán de Suiza.

I: Soy una de las tres personas de Suiza que nunca ha ido a Barcelona. Creo que es hora de hacer mi maleta e ir a España.

S: Voy a aprender alemán. Voy a viajar más. Voy a seguir a más animales en Instagram.