Marta Verdía nos cuenta como fue su Gap Year
Un año sabático en el extranjero es una experiencia enriquecedora y educativa que te marcará de por vida. Hoy te presentamos a Marta Verdía y su experiencia personal durante su Gap Year en Nueva York y San Diego:
¿Marta, cuál ha sido tu mayor motivación al hacer un Gap Year?
Siempre había querido disfrutar de una experiencia en el extranjero, pero el motivo principal por el que me lancé a hacer un Gap Year fue por que quería romper con la rutina que llevaba en España, salir, desconectar, conocer mundo y aprender de otras culturas. Entonces pensé: ahora o nunca.
También considero que a día de hoy es importantísimo para muchos ámbitos de la vida dominar el inglés y sin duda esta era la mejor manera de conseguirlo.
¿Cuál fue la razón principal para Nueva York y San Diego como destinos?
Cuando me decidí a pasar una temporada en el extranjero, la primera idea que me vino a la cabeza fue estar en Nueva York 6 meses, pero EF me ofreció la posibilidad de hacerlo mixto y empezar mi estancia en San Diego durante 3 meses y terminarla en Nueva York. Me pareció una idea fantástica para así poder conocer más gente y nuevos lugares; además podría ahorrarme el frío de NY durante los meses de enero, febrero y marzo…así que me aventuré y decidí hacer las maletas.
¿Qué has ganado en el terreno profesional al hacer un Gap Year?
En el terreno profesional he ganado desde el momento en el que hago una primera entrevista para cualquier puesto de trabajo hasta que entro a formar parte de la empresa. Este Gap year con EF, aparte de darme un certificado acreditado con mi nivel de inglés, me ha enseñado habilidades y técnicas para defenderme expresándome de la mejor manera posible ante cualquier situación.
A día de hoy trabajo para una compañía multinacional en un puesto en el cual estoy encantada de la vida. Esta empresa consideró, no sólo mi nivel de inglés porque un B2 o un C1 lo puede tener cualquiera, sino el valor añadido que te da el hecho de haber tenido una experiencia en el extranjero. Una vez dentro de esta empresa,la experiencia con EF ha tenido mucho que ver a la hora de dominar el idioma, de convivir y saber trabajar en equipo, tener creatividad si hay que aportar ideas y ser resolutiva.
¿A nivel personal, tus soft skills, cómo te ha cambiado el realizar un Gap Year?
Probablemente una de las cosas más positivas de haber hecho un Gap Year haya sido la repercusión que ha tenido, además de en el terreno académico y profesional, en mi ámbito personal. Este tiempo me ha enseñado a conocerme más, a valerme más por mí misma en otro idioma (desde tener que poner lavadoras, ir al banco a hacerme una tarjeta de crédito, coger transporte público, ir al médico…). Me ha ayudado también a abrir la mente, he aprendido a convivir con diversidad de personas y distintas culturas. En definitiva, salir de la zona de comfort.
¿Qué consejo darías a los estudiantes para que se lancen a hacer un año sabático?
Aconsejo a todo el mundo (cualquier edad y sexo) a lanzarse a vivir esta experiencia. Cuando lo piensas por primera vez puede “asustar” porque como comentaba antes salimos de nuestra zona de comfort, pero es cuando realmente descubres esas habilidades y detalles en los que puedes o debes mejorar. Quizás a mucha gente se le pase por la cabeza pensar que es un año perdido y que tenemos que seguir el “ciclo” de: colegio, carrera, master y luego trabajar, olvidándonos de lo importante y decisivo que puede ser para nosotros hacer un Gap Year. Yo, a día de hoy, puedo asegurar que solo he ganado en todos los aspectos.