SAN DIEGO: LA GUÍA FUNDAMENTAL PARA VISITANTES
San Diego. Hogar de los supertranquilos, despeinados y permanentemente bronceados. Aquí siempre es verano y, aunque el tiempo no sea perfecto, lo que es raro, la alegre actitud local es contagiosa.
DISFRUTA DEL LEGENDARIO SURF
Hay dos sencillos pasos para vivir el llamado sueño californiano: 1) agarra una tabla de surf, y 2) vete al mar. Los californianos pasan mucho tiempo en el agua, los locales no tardarán en evolucionar y desarrollar aletas, pero, con una de las costas más maravillosas del mundo, ¿quién puede culparles?
Si eres un novato con ganas de probar el pasatiempo favorito de San Diego, prueba en embarcadero Ocean Beach. La zona de olas justo al norte del embarcadero es un paraíso del surf para principiantes, lleno de veraneantes intentando estabilizarse en sus tablas y con un oleaje perfecto de altura media. Si estás de visita en temporada baja, evita las aglomeraciones restantes y vete a Pacific Beach: las aguas cristalinas y las olas, generalmente lentas, hacen que los rompientes sean perfectos para surfistas de cualquier nivel. Los más experimentados deberían ir a los rompientes más apartados de Black Beach y Sunset Cliffs.
O PRUEBA EL PADDLE BOARDING
Los californianos han inventado una manera todavía más tranquila de hacerse a la mar. Si no se te da nada bien el surf (yo sé que a mi nada bien), entonces prueba el paddle boarding (surf de remo) (o SUP, ¡como lo abrevian los niños ahora!), podría ser lo tuyo. Si no has visto nunca el Instagram de las vacaciones de verano de nadie, el surf de remo consiste básicamente en ir de pie en una tabla enorme y usar una pala para propulsarte tranquilamente por las calmadas playas.
Los residentes de Mission Bay lo practican como peces en el agua, así que vete a la bahía de Santa Bárbara para flotar por una cala solitaria y mantén los ojos bien abiertos, puede que veas gente pescando desde sus tablas y tomando clases de yoga paddleboard de grupo. Sí, es lo que hay.
PRUEBA LOS TACOS DE PESCADO FAVORITOS DE LOS LOCALES
No hay necesidad de preguntarse cómo se debe redondear un día en la playa, los lugareños también tienen la respuesta a eso. Probablemente tengas mucha hambre después de haberte pasado todo el día haciendo surf y adorando al sol, y ningún lugar del mundo está tan obsesionado con los tacos de pescado como San Diego. Así que recuerda el viejo refrán «Si no puedes vencerlos, ¡únete a ellos!» y vete al restaurante más cercano.
A tan solo un tiro de piedra del agua en Pacific Beach, Fat Fish atrae a las multitudes por sus míticos tacos de pescado caseros y su menú especial de margaritas, que combinan perfectamente con su ambiente relajado típico del sur de California. Si se te había olvidado que México casi se vislumbra en el horizonte, entonces La puerta, en el centro de San Diego, se lo recordará a tu paladar con su menú inspirado por los vecinos del sur de California. Desde deliciosos tacos de pescado a burritos a rebosar, probarás una de las mejores comidas mexicanas fuera de, bueno, de México.
INVESTIGA LA VIDA SALVAJE
San Diego es el hogar del zoológico #1 del mundo según Tripadvisor. Puedes hacer un safari aéreo y volar sobre el parque, conocer a los guepardos y koalas, o ser el primero en saludar a los cachorros de panda temprano por la mañana. Pero no te olvides de los residentes locales, también hay un montón de fauna espectacular que vive fuera de los muros del zoológico.
Dirígete algo más al norte en la costa hasta La Jolla para conocer a los residentes más famosos de San Diego: reclamando para ellas la apartada piscina infantil de la bahía de La Jolla, encontrarás al menos a 200 focas comunes descansando en las rocas y disfrutando del sol. Si puedes, intenta ir entre diciembre y mayo, cuando nacen las crías, tremendamente bonitas. Para un avistamiento de algo un poco más grande, tendrás que entrar en el agua: veta hacia el océano Pacífico y únete a una excursión de avistamiento de ballenas. La costa californiana es donde las ballenas azules, grises y jorobadas alimentan a sus crías antes de embarcarse en sus largas migraciones anuales. Mantén también tus ojos bien abiertos por si ves delfines y leones marinos, las cálidas aguas están tan llenas de vida, que sin duda querrás llevar una cámara.
ABSORBE LAS INCREÍBLES VISTAS
Cambia tu tabla de surf y tus chanclas por zapatillas deportivas, incluso aunque sea solo por una tarde: es el momento de capturar un poco de cultura, no solo olas. Arrastra tu cuerpo playero hasta Point Loma para disfrutar las vistas dignas de Instagram de toda la bahía del área de San Diego. Se cree que Point Loma fue el primer lugar de California donde desembarcó un europeo por primera vez, Juan Rodríguez Cabrillo, por lo que esta península montañosa es querida por ser el lugar de nacimiento del estado. Encontrarás un bonito y viejo faro viejo encaramado en lo alto, además del monumento nacional Cabrillo y un mirador que rodea un promontorio rocoso impresionante.
También tendrás una vista estupenda de la isla de Coronado, y ese es el próximo lugar de tu viaje: no es lo que cabría esperar por su nombre, esta «isla» que sobresale de la bahía de san Diego está en realidad conectada a la ciudad por una larga franja de tierra. Desde aquí, puedes contemplar el centro de San Diego más allá del agua, por ejemplo. Pero con mucho, la vista más espectacular se ve conduciendo a través del puente San Diego-Coronado, cuyas largas piernas se elevan desde el fondo marino y llevan a la carretera elevada por encima de la bahía.
CONTEMPLA EL ATARDECER EN UN BAR DE PLAYA
Si vas a hacer surf en Ocean Beach, entonces asegúrate de que te quedas por ahí por la noche, tienes los mejores asientos para ver un atardecer espectacular con la silueta del embarcadero. Después, será el momento de seguir a los hijos del mar de pelo de agua salada al South Beach Bar and Grille, para regar los tacos con sus ofertas diarias de bebidas (¡lo de las «mimosas sin fondo» ya convence!).
Con un amplio menú de especialidades de bebidas artesanales y aperitivos irresistibles, el recientemente renovado Tavern, en Pacific Beach es el lugar perfecto para descansar y relajarse con los amigos después de un duro día, o semana, en la playa.